¿Cómo pueden los Estados de la UE alcanzar su objetivo de minimizar las emisiones de GEI según el Acuerdo de París para la política de cambio climático?

Buena pregunta. Respuesta hipotética Después de la aprobación al más alto nivel por el Consejo Europeo, la Comisión de la UE, como órgano ejecutivo de la Unión, toma decisiones que intentan imponer a los países miembros, principalmente mediante sanciones o recompensas (subvenciones y fondos para proyectos específicos). El proceso es aún más complicado ya que la UE es un conglomerado – o Confederación – de estados soberanos, donde algunos son más poderosos que otros. No olvidemos tampoco que la política de cambio climático es un intento de redistribuir la riqueza a los países del Tercer Mundo. La UE y los Estados Unidos serían los mayores contribuyentes, mientras que los mayores contaminadores, Rusia, China, India y Brasil, se beneficiarían de la iniciativa o no contribuirían a la solución. Dado que algunos científicos del clima contradicen a otros, todo el tema es algo muy relativo. Así son las normas “aceptables” para la contaminación. En cuanto a las emisiones de CO2, el umbral de tolerancia de la UE es de 50 mg. por metro cúbico de aire. En Sofía, Bulgaria, la densidad de la contaminación es el doble de ese nivel, ya que el 70% proviene de vehículos y el 20% de fuentes de calefacción (estufas de carbón y leña). En China eso toma proporciones desastrosas y la gente necesita usar máscaras de gas. En los EE. UU. Y Europa occidental, el agua y el aire son lo suficientemente limpios para vivir, y hacerlo más limpio requeriría muchos más recursos para obtener pocos beneficios. Y hacer esos esfuerzos adicionales al imponerlo a los estados miembros sería perjudicial para sus industrias que ya tienen un rendimiento inferior, agravando así el estancamiento económico, si no produciendo estanflación por “flexibilización cuantitativa”. Los partidos verdes y otros movimientos ecologistas de izquierda mantienen la presión sobre los gobiernos y ya produjeron un impacto tangible en Berlín por la decisión del gobierno alemán de terminar con toda la generación de energía nuclear. En Francia, la energía nuclear suministra el 80% de la energía nacional. Esto también profundiza la dependencia del gas natural ya que la energía limpia de Rusia es el principal proveedor. Y esta dependencia de la “Estación de servicio con armas nucleares” es una amenaza estratégica considerable para la OTAN y los miembros de la UE. Dado que no soy un experto en teorías del calentamiento global (¿por qué no el enfriamiento global?), Todo el ejercicio parece ser una ideología sobre la realidad, impulsada por actores y entidades políticas de orientación socialista en el ámbito global.