Basado en alguna experiencia personal, puedo dar una respuesta con un poco de contexto. Sin embargo, soy uno de los “que tienen”, así que mi perspectiva es tomarse con un grano de sal.
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Preguntas:
Vamos a sacar lo básico del camino – comida, refugio, ropa – ustedes parecen tener más que suficiente – ¿compartir por favor?
¿Por qué no ves que tu consumo te está matando?
¿Por qué no puedes mirar más allá de tu pantalla para ver que felicidad y riqueza no son sinónimos?
¿Por qué no puedes despertarte para ver que la razón por la que clamas por más amigos en línea es porque te estás olvidando de cómo hacer amigos de verdad en la vida real?
Estás tan obsesionado con tener. ¿Por qué?
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Despotricar y divagar:
- ¿Es Estados Unidos ahora un país del tercer mundo?
- ¿Sigue siendo relevante el "1er mundo y el 3er mundo" en la conversación moderna si no se habla del impacto de la Segunda Guerra Mundial? ¿Es solo pre o post industrializado ahora?
- Cómo mejorar la vida de las personas que viven en la pobreza extrema en mi país de origen
- ¿Cómo afectan los precios del petróleo a los países del tercer mundo?
- ¿Por qué TODOS los países del este asiático del tercer mundo están subdesarrollados?
Los que no tienen tienen mucho.
Pasé gran parte de mi infancia y adolescencia (de 2 a 18 años) en Perú. Mi papá trabajaba en los barrios bajos. Una vez al año, organizamos una misión médica: los médicos estadounidenses ricos irían a un barrio pobre en Lima, donde trabajaba mi padre.
Siempre hubo tal despertar. Los médicos llegarían esperando ver enfermedades, pobreza, sufrimiento y dolor. En cambio, los médicos verían enfermedades, pobreza, dolor, pero también mucha alegría y verdadera felicidad.
Inicialmente, los médicos mirarían a su alrededor las viviendas desfavorecidas, la falta de agua corriente y, por supuesto, sentirían una gran urgencia para ayudar de cualquier manera que pudieran.
Pasarían su tiempo durante las reuniones finales de la comunidad, a menudo llorando, siendo amados, apreciados y enseñados el verdadero significado de la gratitud.
Los peruanos los colmaron de esperanza, alegría, verdadera amistad y gracias sin filtro. La mayoría de las veces, esos mismos peruanos se rascaban la cabeza preguntándose por qué estas personas asombrosas, ricas e inteligentes eran tan miserables y carentes de conexiones.
La pobreza se simplifica. La pobreza aclara. No hay momento en la vida como ese momento en el que no tienes nada que te distraiga de los fundamentos. Esos momentos en que cada segundo cuenta, cuando estás agradecido solo por la próxima comida, cuando no tienes nada que te distraiga de ver que la vida es preciosa, y tu “aquí”, tu “ahora” son el tesoro más hermoso que jamás hayas podido tener.
Los que no tienen a menudo son muy sabios y ricos. De todas las formas correctas.
Cuanto más uno tiene, más razones tiene para preocuparse por perderlo.