¿Cuál es el efecto de las contribuciones de campaña política en la política estadounidense?

Un efecto nocivo en los Estados Unidos es que nuestras mentes están afectadas por la idea de que tiene sentido que los ciudadanos apuesten sus ingresos disponibles con la esperanza de lograr diversos resultados políticos. No tiene que ser así.

Por ejemplo, no hace falta decir que sería mejor para el mundo si las campañas se financiaran públicamente. Pero no solo no se financian públicamente, sino que se financian de manera privada con volúmenes de dinero que rivalizan con el PIB de muchos países. Peor aún, la mayor parte de ese dinero proviene de un pequeño número de personas.

Entonces, los estadounidenses se sienten cómodos con la idea de que tiene sentido gastar dinero para obtener los resultados políticos deseados. Esto es cierto para los pobres y los ricos.

Una forma de ver esto es pensar en inversiones. Quizás los votantes gastan sus contribuciones de campaña con la esperanza de ganar más dinero más tarde. Creo que hay muchas pruebas de que muchas personas están pensando en sus propios resultados cuando hacen esos pagos.

¿Pero qué pasa con los otros roles del gobierno? Algunos podrían argumentar que una función importante del gobierno es defender la moralidad o aliviar el sufrimiento. O para proporcionar la defensa común. Respuesta de emergencia. Relaciones Extranjeras.

¿Por qué las diferencias de opinión sobre asuntos como estos se resolverían con dinero y no con ideas? Es absurdo pensar que algo tan importante como, por ejemplo, si ciertos criminales deben ser ejecutados o no por sus crímenes, debe decidirse por dinero.

Y, sin embargo, visitamos el sitio web de cualquier político y nos recibe un botón azul gigante de “Donar”. Se nos pide que votemos una y otra vez con nuestros ingresos ganados con la esperanza de que otras personas puedan ser persuadidas con ese dinero para votar de la misma manera.

En muchos casos, gastar más que tu oponente es una forma de ganar una elección. ¿Eso significa que las ideas eran mejores? ¿Que las ideas encontraron compra con más personas? ¿Que la campaña fue mejor para recaudar fondos? ¿Que las personas más ricas (contribuyentes más grandes) tenían intereses en juego?

Mientras sea posible influir en las elecciones gastando más dinero que los opositores, el efecto es destructivo. Deberíamos arriesgarnos ante la mera posibilidad de que se produzca más sufrimiento humano si nosotros, los ciudadanos, no gastamos suficiente dinero en las elecciones.