Yoani Sánchez insiste en que tiene derecho a hablar en contra de un régimen totalitario que criminaliza la libertad de expresión. Fue nombrada por la revista Foreign Policy “uno de los 10 intelectuales más influyentes de América Latina”. Ella considera que las ‘memorias’ de Castro son una colección de mentiras egoístas.
Ella ha sido acusada de ser un agente pagado de los Estados Unidos, calumnia no sin precedentes. Rumores, chismes y rumores son todo lo que el estado cubano necesita para presentar cargos de sedición criminal. Le ha sucedido a miles antes que ella, mi padre entre ellos. Los actos criminales definidos por la ley cubana como actividades contra-revolucionarias (actividades contrarrevolucionarias) abarcan cualquier palabra, acto o pensamiento que desafíe el poder de Fidel y Raúl Castro, dos hombres blancos geriátricos que fingen representar una nación.
Los Castros son ayudados por miles de viajeros extranjeros / turistas sexuales que vacacionan en La Habana. Estos a menudo regresan a Europa o América del Norte, difundiendo la noticia de que el pueblo de Cuba (las mujeres en particular) son personas despreocupadas, infinitamente contentas con su escasa suerte en la vida, ansiosas por cambiar sus cuerpos por unos pocos pesos o, (mejor aún), una visa matrimonial que les permita finalmente abandonar el Paraíso Socialista para Europa, América o Canadá.
- ¿Es cierto que no hay un país completamente comunista o totalmente democrático en el mundo?
- ¿Cómo es que la gente dice que el comunismo no funciona cuando China todavía es comunista y Cuba?
- ¿Los votantes que votan a la izquierda en la India están lo suficientemente sensibilizados como para distinguir entre el IPC, el IPC (M), el RSP y el bloque Forward?
- Al ser un país "comunista", ¿qué ofrece el Gobierno chino a todos sus ciudadanos?
- ¿Es cierta la conspiración de que los Rothschild financiaron el levantamiento bolchevique liderado por Lenin y Stalin?
La posibilidad de que nadie sea feliz si no es libre está más allá de la comprensión de tales hombres.
Cuba (para quienes carecen de una visa de salida) es un estado policial. Todos viven a merced de una dictadura totalitaria. Puede y lo privará de su tarjeta de racionamiento (dejándolo hambriento), su trabajo (dejándolo pobre), su residencia (dejándolo sin hogar), su libertad (dejándolo en prisión) y, en última instancia, su vida. Acusar a esta valiente mujer de traición por el crimen de decir lo que piensa no la disminuye. Solo disminuye a sus acusadores.
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Escribí el libro Cuba: salto de fe