Se reduce a la aceptabilidad de la acción unilateral frente a la acción colectiva.
Tampoco se garantiza que sea correcto.
Sin embargo, la acción colectiva tiende a errar del lado de los conservadores, ya que requiere un mayor grupo de opiniones diversas para llegar a un acuerdo de intervención.
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La coherencia lógica aquí se aplica al argumento a favor o en contra de la intervención humanitaria. Si está a favor de una intervención humanitaria, ni el consentimiento unilateral ni el multilateral para hacerlo es inconsistente de ninguna manera con la posición “pro-intervención”. Es simplemente una preferencia por la implementación. La posición pro multilateral es que tener un mayor número de personas diversas está de acuerdo en que hay un problema es una mejor idea que tener un solo país que tome esa decisión.
Dentro del campo pro intervencionista, hay tres posiciones posibles: un país, una pluralidad de países o una unanimidad de países. El medio se prefiere por razones prácticas: evita (la mayor parte) del conflicto de intereses que tiene la acción unilateral, al tiempo que evita la parálisis de la inacción que provoca la unanimidad.