No hay signos de que Trump esté tratando de deshacerse de la primera libertad, la libertad de expresión.
Lo que está tratando de hacer activamente es empañar la reputación de cualquier medio de comunicación que no cumpla con sus órdenes. En primer lugar, sus ataques se han concentrado contra las cuatro plataformas de medios más prominentes de la costa este: CNN, NBC, The New York Times y Washington Post . A diferencia de los regímenes en Rusia o Turquía, Trump reconoce que la libertad de prensa es también una de las libertades estadounidenses más preciadas, pero también sabe que malgastar a los medios más capaces de exponer el daño causado por sus tergiversaciones sirve a los intereses de su Breitbart. presidencia impulsada (Steve Bannon).
Los ataques de Breitbart contra lo que etiqueta como Main Stream Media son implacables con titulares como estos en el período de la ascendencia de Trump:
- ¿Es la libertad individual un peligro para la sociedad?
- Libertad de expresión y expresión versus derecho a ofender (o respeto a la religión), ¿cuál elegirías?
- ¿De qué maneras hay más o menos libertad en México que en otros lugares?
- ¿Es aceptable para el mundo que algunas personas estén usando las palabras 'libertad para elegir' o 'libertad para hablar' para que se les permita hacer cosas malas? (como matar, robar, insultar, tomar el novio o la novia de alguien, engañar al cónyuge, ser racista)
- ¿Qué es la libertad desde tu perspectiva?
- Blue State Blues: los principales medios de comunicación son el hermano mayor de Orwell
- #FakeNews: los principales medios continúan calumniando a Breitbart
- Bongino: ‘Medios convencionales que normalizan el comportamiento antisocial contra Donald Trump‘ – Breitbart
En declaraciones al comando central (CentCom) en Florida desde un discurso preparado, Trump contó una de las mentiras más grandes de su era presidencial, que los “medios muy, muy deshonestos” no cubrían los eventos terroristas. Cualquiera que vea estas redes reconoce la falsedad de esta declaración, ya que los medios sedientos de sangre inmediatamente tienen reporteros en la escena de cualquier evento terrorista en Europa o los EE. UU. Cubriéndolo hasta el punto de exclusión total de cualquier otra noticia. CNN llegó a llenar la pantalla con sus informes de “noticias de última hora” de esos lugares.
Lo que Trump y personas como Rush Limbaugh y Breitbart están logrando es crear la ilusión de que todo lo que informan los medios que está vilipendiando son “noticias falsas”. Esta es una estrategia milenaria contenida en la frase Lügenpresse (prensa mentirosa). La historia de esta frase alemana es evidente para cualquiera que haya estudiado los efectos corrosivos de la propaganda.
Trump no necesita deshacerse de la libertad de prensa o la libertad de expresión para poder influir en la población. El problema que amenaza con descarrilarlo es el siguiente: los miembros de su propio partido que poseen las claves del éxito de su programa son consumidores habituales de los principales medios de comunicación porque reconocen que los medios editados y no ideológicos son su mejor fuente de información. No escucho a Mitch McConnell o Paul Ryan hablando de la “deshonestidad total” de los medios.