La cuestión de una definición de terrorismo ha perseguido el debate entre los estados durante décadas. Los Estados miembros de la ONU todavía no tienen una definición acordada del término terrorismo. La falta de acuerdo sobre una definición de terrorismo ha sido un obstáculo importante para contramedidas internacionales significativas.
Los cínicos a menudo han comentado que el “terrorista” de un estado es el “luchador por la libertad” de otro estado.
Esta declaración, aunque parece lógica y matizada a primera vista, de hecho carece totalmente de sinceridad y credulidad. Además, la comparación a menudo es utilizada por quienes simpatizan con los objetivos políticos e ideológicos de las organizaciones que no pueden definirse sino como “terroristas”. Otra táctica de este tipo es la ecuación falsa hecha entre Partisanos y combatientes de la resistencia en la Segunda Guerra Mundial y las organizaciones terroristas de hoy.
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A pesar de los esfuerzos por ofuscar el asunto, se puede y se debe establecer una clara distinción entre “guerrillas” o “parisinos” por un lado y terroristas por el otro.
Ambos son miembros de ejércitos no estatales, ambos pueden o no operar en uniforme. Pero la principal diferencia se encuentra en los objetivos elegidos.
Las guerrillas y los partisanos continúan sus acciones principalmente contra las fuerzas armadas que ocupan su país (como fue el caso en la Segunda Guerra Mundial) o contra las fuerzas armadas de un régimen que quieren cambiar (ver las luchas anticoloniales en el siglo XX, por ejemplo)
Los terroristas, por otro lado, llevan a cabo ataques “deliberados” contra no combatientes, no contra soldados, miembros de las fuerzas de seguridad o individuos que desempeñan un papel destacado en el aparato político, judicial o de seguridad del estado o el régimen que ellos (los terroristas ) están apuntando. Es importante no que estos ataques se realicen de manera deliberada y con el objetivo claro de causar la mayor cantidad de bajas posible.
El problema a veces se ve nublado aún más por el hecho de que tanto las guerrillas como las fuerzas regulares (armeis de un estado establecido y reconocido) realizan operaciones que resultan en daños colaterales.
Aquí es importante destacar la definición de ataques “deliberados”, destinados a matar a la mayor cantidad posible de no combatientes, en oposición a las operaciones militares que resultan en muertes accidentales (de ahí el término “daño colateral”).
Algunos ejemplos pueden calmar este punto
Las acciones que son claramente distinguibles como terrorismo incluyen
• Tomar como rehenes a un grupo de escolares y posteriormente asesinarlos a sangre fría.
• Bombas explosivas en trenes, autobuses, restaurantes.
• Abriendo fuego a los no combatientes.