¿Por qué hay libertad de expresión? ¿Hay situaciones en las que los ciudadanos deberían ser censurados?

¿Por qué? Porque la libertad de expresión es libertad de pensamiento. Las personas y las sociedades crecen y mejoran construyendo sobre buenas ideas y rechazando las malas.

La censura, como en la prohibición gubernamental (no privada) de cierto discurso, nunca está justificada.

Puede haber consecuencias legales para las cosas que se dicen cuando y si resultan directamente en daño a otras personas (los sentimientos no cuentan) o su propiedad. Eso cubre cosas como difamación y calumnia, el peligro desenfrenado (el viejo fuego de gritos en un teatro lleno de gente cuando no hay uno), o la incitación a los disturbios.

Sin embargo, esos no son censura. Si lo que usted dice acerca de alguien es cierto o si realmente hay un incendio o las protestas sobre injusticias no se hacen de una manera que probablemente resulte en acciones violentas, las mismas palabras no tienen consecuencias legales.

En cada situación en la que la clase política no debe rendir cuentas a los ciudadanos por sus acciones, el discurso debe ser censurado para que esas plagas no pierdan el valioso tiempo de sus mejores amenazando con protestar.