¿Cuál es la relación entre comunismo y corrupción?

Estoy bastante seguro de que muchos responderían a esta pregunta al exponer los muchos casos de corrupción que se encuentran en los múltiples estados y organizaciones nominalmente socialistas del mundo. Diré, en una especie de “forma preventiva” que tal enfoque es extremadamente superficial y carece de sustancia relevante.


Respuesta corta: la corrupción es lo que sucede en una sociedad que carece de comunismo. Es decir, cualquier sociedad que no sea comunista es una sociedad corrupta.

¿Por qué? Bueno, cualquier sociedad no comunista depende de su dominio, a través de la violencia activa y pasiva, por una pequeña fracción de las personas que conforman dicha sociedad. Se basa en una serie de burocracias “públicas” y privadas cuyos miembros son propensos a romper sus propias reglas y principios declarados en aras de la ganancia personal o para promover los intereses y el poder de sus organizaciones.

Más que eso, es debido a esto último que los acuerdos comunistas se rompen: cuando las personas quieren aumentar sus propios niveles de vida y poder a expensas de los demás y los marcos en los que viven es cuando se producen modos de organización no comunistas. La corrupción social es el núcleo de cualquier modo social de organización que no sea esencialmente comunista.