Como otras respuestas han señalado que la revolución cubana no fue socialista / comunista desde el principio, fue impulsada de esa manera debido a circunstancias geopolíticas. Fidel Castro nunca fue un verdadero creyente marxista-leninista, fue más bien un camaleón político que podía cambiar sus posiciones y preceptos según las circunstancias. Solo tenía dos creencias profundas y nunca había cambiado: se consideraba un héroe sobrehumano y el único capaz de resolver los problemas de Cuba, y era rabiosamente antiamericano. La coalición política que lideró para derrotar a la dictadura de Batista tenía una base amplia y los programas que pretendía seguir eran básicamente socialdemócratas. Incluso la Unión Soviética no estaba inicialmente interesada en la insurrección cubana y no trató de ayudarla o influir en ella.
Pero una vez que Castro estuvo en el poder, inmediatamente comenzó a convertirse en una espina insoportable para los Estados Unidos, sus reformas económicas comenzaron a dañar los intereses estadounidenses y se mostró reacio a renunciar al poder político y dar paso a un tipo de gobierno democrático occidental tradicional que Estados Unidos podría intentar para influir y manipular. Muy pronto, la administración Eisenhower decidió que Fidel Castro y la Revolución Cubana debían ser tratados por la fuerza. Se sintieron alentados por el éxito que tuvo la CIA al facilitar el derrocamiento del presidente de Guatemala, Arbenz, hace unos años. Organizaron el proyecto Bahía de Cochinos con ese propósito, pero las cosas no salieron como esperaban, los republicanos perdieron las elecciones, la invasión ocurrió cuando Kennedy ya era presidente y se negó a permitir que el ejército de EE. UU. Interviniera. A partir de ahí, Castro no tuvo más remedio que alinearse con el otro campo político fuerte de los soviéticos que buscaban protección contra la agresividad de Estados Unidos.
A pesar de haber sido abiertamente un aliado soviético y aceptó probar el experimento marxista-leninst en Cuba, Castro desconfiaba de imponer un sistema estalinista ortodoxo en la sociedad que era ajeno a la mayoría de los cubanos y temía en secreto debido a los muchos años de antisoviéticos. propaganda que fueron expuestos antes. En cambio, se adoptó un enfoque más nacionalista. Desde el comienzo de su carrera política, Fidel Castro siempre se presentó como un seguidor de los ideales de los padres de la lucha de Cuba por la independencia contra el dominio colonial de España. Todo el período republicano fue etiquetado como una era de traición a los ideales de los padres fundadores como consecuencia de la interferencia estadounidense. Y la nueva era fue cuando finalmente se alcanzaron esos ideales con la ayuda de los preceptos marxista-leninistas que no eran ajenos a la ideología cubana, pero en realidad muchos de ellos se predijeron en textos de figuras prominentes como José Martí.
El resultado final es que el nombre del país y sus símbolos (bandera, escudo e himno) siguen siendo los mismos que fueron adoptados por la Asamblea de Guaímaro en 1869 cuando se fundó la República de Cuba en Armas.