Blockchain se inició como un experimento.
Originalmente, la pregunta era si podría reemplazar o no a los bancos. Pero debido a que los datos almacenados en la cadena de bloques no requieren gestión o manipulación de terceros, el mundo rápidamente se dio cuenta de que la respuesta a esa pregunta era “Sí”.
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Luego, blockchain fue un paso más allá. Con el inicio de Ethereum, nos dimos cuenta de que la tecnología blockchain podría usarse para mucho más que solo transacciones financieras. De hecho, nos hemos dado cuenta de que tiene el potencial de descentralizar economías enteras y racionalizar la democracia en todo el mundo.
Así es cómo.
Por qué Blockchain funciona como una herramienta de democratización
Una cosa crucial sobre la cadena de bloques es que necesita consenso.
Las entidades involucradas en una red impulsada por blockchain deben acordar su contenido antes de que pueda usarse. Lo mismo se aplica a cualquier ajuste de datos o actualizaciones de seguridad que los usuarios quieran hacer a la cadena de bloques más adelante. A menos que haya un consenso, los ajustes no pueden suceder.
De esa manera, la cadena de bloques requiere una participación democrática.
Curiosamente, es este mismo requisito el que garantiza que los datos almacenados en la cadena de bloques permanezcan seguros.
El blockchain encripta sus datos almacenados utilizando funciones hash criptográficas, que lo hacen fundamentalmente seguro. Pero los datos también están encriptados de tal manera que los usuarios pueden rastrear los cambios históricos que se le hicieron.
Nadie puede alterar los datos almacenados en la cadena de bloques sin que todos los demás en la red lo noten.
Cuando la cadena de bloques se extiende a aplicaciones más allá de las transacciones financieras, esta sensación de seguridad transparente se vuelve aún más importante.
Tomemos, por ejemplo, las noticias recientes de que Cambridge Analytica, una firma de análisis de datos vinculada a la campaña del presidente Trump, ha utilizado la información personal de 50 millones de usuarios de Facebook sin su autorización, una razón clara para impulsar la tecnología blockchain para la democratización y descentralización de datos .
En el futuro, los gobiernos podrían estar usando blockchain para contar votos. Debido a que la cadena de bloques realiza un seguimiento de los cambios históricos en los datos almacenados en ella, podríamos verificar si una persona determinada emitió su voto una vez, de manera incorrecta o en absoluto.
Esto nos permitiría combatir con mayor determinación el fraude electoral.
Es la transparencia permitida por blockchain lo que lo convierte en un vehículo tan único para la democratización. Al descentralizar los datos, la cadena de bloques le da a la democracia un arma poderosa.
Las aplicaciones de Blockchain como herramienta de democratización
Además de combatir el fraude electoral y simplificar las transacciones financieras, la cadena de bloques se puede utilizar para responsabilizar a los gobiernos en todos los ámbitos.
Si los gobiernos almacenan datos en la cadena de bloques, la cadena de bloques podría servir como una fuente de verdad, lo que dificultaría que nuestros líderes elegidos mientan o sean corruptos.
Esto también es cierto para las corporaciones. La cadena de bloques facilitaría la eliminación de la malversación de fondos u otros actos de fraude cometidos por los ejecutivos porque sus acciones siempre se pueden rastrear.
Potencialmente más poderosa es la manera en que blockchain podría mejorar la vida de las personas en países del tercer mundo, lugares donde los residentes con dinero para invertir no confían en sus instituciones financieras.
Al darles a esas personas un vehículo con el que puedan monitorear exactamente lo que está sucediendo con su dinero y cuándo, podríamos brindarles la confianza que necesitan para invertir.
Esto no solo sería más seguro para ellos, sino que también beneficiaría a la economía mundial en su conjunto.
Que viene despues
Es posible que esté leyendo mucho en este momento sobre posibles aplicaciones de la tecnología blockchain en la democratización de las economías e instituciones.
Pero los ejemplos de blockchain que ya se utilizan para estos fines están disponibles en todo el mundo.
El año pasado, Ucrania realizó pruebas de plataformas electorales basadas en blockchain para votar a nivel municipal. Los residentes estonios usaron blockchain para auto notarizar documentos, como licencias de matrimonio y certificados de nacimiento. Un partido político en Dinamarca está utilizando el software blockchain para la votación interna.
El rápido cambio al uso de tecnologías blockchain por parte de instituciones de todo el mundo puede parecer abrumador. Pero lo principal que debe comprender es que la tecnología blockchain posee aplicaciones que se extienden mucho más allá de las transacciones financieras.
Al descentralizar las economías y levantar el manto del secreto de las corporaciones centralizadas, la cadena de bloques ya está cambiando el mundo.