El populismo es una filosofía política que se centra en defender los derechos y las posiciones de la gente común frente a la élite y el gobierno. Varios movimientos políticos en todo el mundo han promovido los ideales populistas. Cuando se usa para describir la retórica política, un individuo o un partido político, el término a menudo conlleva connotaciones peyorativas, y “populismo” se ha convertido en una palabra cargada para muchas personas.
Para el hombre común
El ideal clave detrás del populismo es que el hombre común debe tener una oportunidad en la sociedad y un papel activo en el gobierno. Los movimientos populistas generalmente dividen a la sociedad en “el pueblo” y “la élite”, y los individuos que tienen un poder limitado son considerados los pueblos y los individuos que tienen influencia entre la élite. La élite típicamente es rica y a menudo usa su riqueza para influir en el sistema político mientras acumula más riqueza. Los populistas generalmente sienten que el gobierno protege los intereses de la élite, no las necesidades de la gente común, y quieren que eso cambie.
En apoyo de la democracia
Las personas que defienden el populismo generalmente apoyan los sistemas democráticos y creen que la democracia es la mejor manera para que las personas desempeñen un papel en el gobierno. Aunque promueven el bienestar del hombre común, los populistas tienden a rehuir el socialismo y el liberalismo extremo. Los políticos de varios partidos políticos o puntos de vista pueden participar en el populismo, y los políticos pueden acusarse mutuamente de complacer o jugar al populismo en un intento de obtener apoyo y votos.
- ¿El socialismo democrático permite la propiedad privada?
- ¿Está muerto el socialismo?
- ¿Cuál es la diferencia entre nacionalismo y socialismo, y cómo se convirtió en nacionalsocialismo?
- ¿Podría Estados Unidos manejar a un presidente socialista como Bernie Sanders?
- ¿Es deprimente vivir en California con su inútil gobierno socialista?
Por el mayor bien
Este tipo de movimientos políticos están diseñados para alentar a los gobiernos y a la sociedad en general a trabajar para proporcionar el mayor bien al mayor número de personas. Esto podría lograrse a través de políticas y leyes que apoyen a la gente común. Sin embargo, los movimientos populistas a menudo rechazan sugerencias de políticas como mandatos de salario digno, asistencia pública y atención médica patrocinada por el gobierno, a pesar de que estas políticas a menudo están diseñadas para ayudar a los miembros del público que más lo necesitan.
Usos negativos
A algunas personas les gusta usar los términos “populista” y “populismo” en las descripciones de la protesta pública por los acontecimientos políticos. Se podría decir que las personas están “en erupción en la ira populista” cuando presentan quejas sobre abusos flagrantes de poder entre la élite o cuando hay una reacción violenta contra un gobierno que impulsa una legislación que hace poco para beneficiar a las clases bajas y medias. En este sentido, estos términos pueden ser de naturaleza peyorativa y a menudo se usan para sugerir que el público es demasiado ignorante o miope para comprender lo que realmente está sucediendo.
El socialismo es un concepto económico que aboga por la propiedad pública de todos los recursos. La producción y distribución de recursos con una sociedad son controladas por los miembros de esa sociedad colectivamente o por el gobierno que representa a esa sociedad. Los bienes se producen y distribuyen en función de las necesidades y no de las fuerzas del mercado, como la rentabilidad, el precio y el poder adquisitivo de los consumidores. En una economía socialista, los trabajadores contribuyen a la sociedad en función de su capacidad y reciben de acuerdo con sus necesidades, en lugar de recibir un salario y usar ese dinero para comprar lo que quieren. Las posesiones privadas se limitan a artículos de uso personal, como ropa, y no existe la necesidad o la capacidad de las personas de acumular riqueza, por lo que existe igualdad entre las personas.
Igualdad económica
La ideología del socialismo se desarrolló a partir de la noción de que el capitalismo crea desigualdad en la sociedad. Bajo el capitalismo, sostienen los socialistas, los pocos ricos que poseen y controlan los recursos y los medios de producción son capaces de explotar a las masas trabajadoras. Estos capitalistas de élite pueden pagar a los trabajadores menos del valor que contribuyen, por lo que los capitalistas pueden conservar mayores ganancias para acumular una riqueza aún mayor. El resultado, dicen los socialistas, es una sociedad en la que los ricos pueden oprimir a las clases media y baja.
En una sociedad completamente socialista, no habría dinero. Se proporcionarían cosas como comida, vivienda, educación y atención médica a todos. No habría pobreza ni división de clases basada en la riqueza. La producción y distribución de bienes y servicios sería administrada por el gobierno en lugar de basarse en las fuerzas del mercado, que pueden fluctuar y provocar recesiones en las economías capitalistas.
Críticas y defensas
Los críticos del socialismo dicen que tal sociedad es imposible de crear y sostener con éxito. Argumentan que no habría incentivos para que las personas trabajen más duro, o incluso lo suficientemente duro como para satisfacer sus necesidades, porque recibirían solo lo suficiente para satisfacer sus necesidades, independientemente de cuánto contribuyan. Además, muchos trabajadores capaces se negarían a trabajar y esperarían que se satisfagan sus necesidades. Los socialistas, sin embargo, argumentan que los trabajadores en una sociedad socialista tendrían actitudes muy diferentes de las de las sociedades capitalistas porque no serían explotados por sus empleadores. Afirman que esto crearía trabajadores satisfechos que están más dispuestos a trabajar.
Otra crítica al socialismo es que el gobierno determinaría las necesidades de las personas para satisfacerlas. Los críticos dicen que esto causaría problemas porque diferentes personas tienen diferentes cosas que considerarían como necesidades, así como también diferentes cosas que desean, como formas de ocio y entretenimiento. Si las propias ideas de una persona sobre sus necesidades son diferentes de las que el gobierno considera sus necesidades, esto podría crear ciudadanos descontentos. Los socialistas, sin embargo, argumentan que los ciudadanos colectivamente serían más felices porque cada persona tendría el mismo acceso a todo, ya sean deseos o necesidades, en lugar de que la élite rica tenga un mayor acceso a muchos bienes y servicios y que los pobres prácticamente no tengan ninguno.