Hacer una comparación justa es arriesgado, además del hecho de que Nehru lideró a India como primer ministro durante 17 años, mientras que Modi aún no ha completado una.
Nehru lideró a India en sus años de formación, cuando era un país extremadamente pobre con una infraestructura social casi nula. El promedio de vida de un indio era de solo 31 años, el analfabetismo era la regla más que la excepción en la India rural y entre los pobres urbanos. La agricultura dependía casi totalmente de la lluvia.
Había fuerzas centrífugas internas que amenazaban con separar el país en cien pedazos, según la religión, la casta, el idioma y otras identidades divisivas. El mundo había pronosticado una vida de 10-15 años para la India independiente.
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Nehru sentó las bases de una India fuerte y vibrante. Abolió el zamindario feudal y distribuyó tierras a los cultivadores, empoderándolos y sentando las bases de una república. Creó la industria y las plantas de energía y los sistemas de riego, promovió la educación, incluida la educación superior en forma de IIT, IIM, REC (NIT), institutos de medicina, de ciencias y similares.
Modi ha heredado un país con la tercera o cuarta economía más grande del mundo, aunque con el mayor número de personas pobres debido al gran tamaño de la población. Sus discursos de campaña mostraron una aversión a la intervención estatal para ayudar a los más necesitados, pero su tono está cambiando últimamente. Su éxito no será juzgado por los asuntos exteriores, sino por su entrega a los pobres.