¿Qué debería cambiarse sobre la democracia?

Me gusta decir que no hay defectos en la democracia, solo puntos débiles. Es obvio que hoy hay fuerzas políticas opuestas a la democracia que han aprendido a aprovechar esos puntos débiles. Hay terroristas extranjeros y nacionales que actúan con indignación moral atacando la vida cotidiana de la población en general para forzar la mano de los líderes. Además, hay terroristas conservadores que actúan con rectitud de “causa noble” y se especializan en atacar instituciones establecidas de democracia y que con malicia premeditada tergiversan intencionalmente esos principios. No sé qué hacer con los terroristas extranjeros y nacionales, pero los conservadores corporativos exigen atención inmediata para tapar esos agujeros de bucle que capturan para su propio beneficio a expensas de todos los demás. El primer cambio es restaurar las instituciones que han destruido medios de comunicación tan libres e independientes con poderes de investigación junto con periodistas que gozan de plena libertad de prensa. Lo siguiente es restaurar los sindicatos que actúan como una salida para el activismo político por voluntad del pueblo. Lo siguiente es la colocación de una regulación fuerte y efectiva del financiamiento de campañas. Lo siguiente es abolir el sistema bipartidista para un sistema de partidos múltiples y poner fin a las nominaciones monetarias. Es necesario crear nuevas leyes que detengan los caminos de la debilidad, como la captura corporativa de las agencias reguladoras. Hay una filosofía maligna que debe ser destruida que involucra conceptos horribles de desregulación, austeridad, privatización, libre comercio y globalización corporativa: no sé cómo restringir esas ideas, pero no hay absolutamente ninguna justificación económica para ellas, excepto enriquecen a las corporaciones a expensas de todos los demás.

La República de Platón sería un buen comienzo. Para que los votos individuales sean importantes y la representación sea verdadera, no más de 10,000 votantes por funcionario electo (modelo ciudad-estado / modelo de colmena).
La transparencia en la financiación de la campaña también debe abordarse