Cuando Rusia fue invitada a unirse al Grupo de los Siete en 1997, fue un gran paso hacia la membresía de nuestro país en la OTAN. La historia ha demostrado que fue una decisión equivocada para ambas partes.
- Las potencias occidentales lo consideraron como un avance hacia Rusia, para motivar nuestro movimiento hacia una forma de gobierno más abierta, responsable y basada en normas. La parte rusa lo consideró como el cierre del capítulo sobre nuestra derrota en la Guerra Fría, y consideró los intentos occidentales de someternos a sus reglas como “arrogancia” y “dictar”. Putin dijo que Rusia fue relegada a un “asiento plegable” en la mesa de poder global.
- La Rusia de Yeltsin dejó de ser un estado democrático liberal en 1993 cuando el presidente Yeltsin usó tanques para disolver el parlamento ruso. Las elecciones presidenciales manipuladas en 1996 y la guerra colonial en Chechenia en 1994-1995 exacerbaron esta tendencia. Las potencias occidentales no encontraron nada de esto como un factor decisivo. Fue su gran error lo que les hizo perder el terreno moral que disfrutaban a principios de la década de 1990.
- La regla oligárquica que echó raíces bajo la presidencia de Yeltsin, encajaba extremadamente mal con los principios occidentales de la democracia liberal. Los oligarcas no necesitan la rotación del poder, ni la prensa libre, ni la responsabilidad de los gobernantes, ni la protección de las minorías. El surgimiento del autoritarismo bajo Putin fue un paso lógico en este desarrollo.
- La caída del comunismo dejó las palancas del poder en manos del nivel medio de la vieja burocracia comunista y estatal. Muchos de ellos conservaron la hostilidad soviética hacia la OTAN y los Estados Unidos, y vieron el surgimiento del orden mundial liberal como una amenaza para los intereses nacionales rusos. Convirtieron fácilmente el caos y la insatisfacción popular de la década de 1990 en un resentimiento hacia Occidente. Se cristalizó después de los ataques de la OTAN en Serbia en 1999. Después del default nacional de 1998, la opinión popular tomó un giro nacionalista y antioccidental fundamental.
Putin, después de convertirse en presidente en 2000, hizo un último intento para mejorar la posición de Rusia en el G8. Ofreció ayuda al presidente Bush en su guerra contra el terrorismo, introdujo algunas reformas de la economía favorables al mercado y dio la idea de unirse a la OTAN. Nada de eso se vio en Occidente como suficiente para considerar a Rusia, incluso una aproximación a la democracia liberal, mientras que la atención de los Estados Unidos se desvió hacia Afganistán e Irak.
El curso posterior de los acontecimientos convenció a Putin de tomar un curso de confrontación con Occidente para garantizar su poder. ¿Qué puso a Putin en una ruta de colisión con Occidente si en la década de 2000 nos acompañó e incluso parecía gustarle el oeste?
- ¿A qué continente pertenecen Rusia y Turquía?
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En retrospectiva, Rusia se desvió hacia la OTAN a mediados de la década de 1990. Se convirtió en una causa perdida mucho antes de que Putin llegara al poder.