Historias alternativas (escenarios históricos hipotéticos): ¿Qué pasaría si una organización terrorista secular atacara a Jerusalén?

Si el grupo terrorista fuera desconocido o no estuviera afiliado a otro estado nación, Israel no tendría ninguna entidad contra la cual tomar represalias.

Además, toda la población de Israel es de unos 7,8 millones; el de TelAviv unos 410,000. La pérdida de Tel Aviv sería un gran golpe para la infraestructura israelí.

Seguiría una condena oficial y casi universal del ataque, junto con una búsqueda esencialmente mundial de los culpables y la fuente de las “armas nucleares sueltas” utilizadas para el ataque.

Si se descubriera que el atacante era un estado nación o una organización respaldada por uno, esa nación se encontraría de inmediato como un paria, y me sorprendería que siguiera algún tipo de represalia nuclear (apoyada en secreto o abiertamente por los EE. UU.).

¿Armagedón? No, ya que probablemente implicaría “a lo sumo” algunas ciudades, mientras que el Armagedón implica el fin del mundo que no seguiría, ya que el mundo ahora es multipolar, no bipolar como lo fue durante la Guerra Fría. (Como curiosidad aparte, la primera batalla reportada en la historia fue en Meguido, ahora conocido como Armagedón, el supuesto sitio de la última batalla en la Tierra).

Los sistemas de creencias de las religiones abrahámicas ciertamente se verían sacudidos, pero mucho más si Jerusalén (el sitio de todos esos lugares sagrados) fuera el objetivo, pero, debido al acceso desde el mar, Tel Aviv es un objetivo mucho más probable.

Si los terroristas eran secularistas / ateos, creo, no tendría ningún efecto material.

La destrucción nuclear de Jerusalén no haría del mundo un lugar mejor, en absoluto. Dejando de lado la muerte en masa y las dislocaciones culturales causadas por la destrucción de la Ciudad Santa, la búsqueda de los culpables sería mundial. No puedo pensar en un solo estado que tenga interés en permitir que cualquiera pueda introducir bombas nucleares en las ciudades para hacerlas explotar.

El Armagedón no sería el resultado. Incluso si, hipotéticamente hablando, hubiera un patrocinador estatal, las consecuencias se limitarían a ese estado. (Patrocinar ataques nucleares en las ciudades es una buena manera de romper las alianzas). Entre la búsqueda de los agentes responsables y las eventuales represalias, así como las nuevas medidas de seguridad, habría mucho sufrimiento.