¿Crees que los Illuminati todavía existen?

Por un lado, el término “Iluminar” es una definición bastante ambigua y tan mística como el llamado grupo que se supone que existe.

Históricamente, el nombre generalmente se refiere a los Illuminati de Baviera, una sociedad secreta de la era de la Ilustración fundada el 1 de mayo de 1776. Los objetivos de la sociedad eran oponerse a la superstición, el oscurantismo, la influencia religiosa sobre la vida pública y los abusos del poder estatal.

“El orden del día”, escribieron en sus estatutos generales, “es poner fin a las maquinaciones de los proveedores de injusticia, controlarlos sin dominarlos”. Esta afirmación es diametralmente opuesta a sus verdaderas intenciones que son puramente mercenarias.

Los Illuminati, junto con la masonería y otras sociedades secretas, fueron prohibidos por edicto, por el gobernante bávaro, Charles Theodore.

Mi versión de los Illuminati (si realmente te importa) es vista como un grupo humanista de magnates muy ricos o actores clave en los asuntos mundiales que tienen una mentalidad colectiva de cómo debe manejarse el mundo, junto con la supresión del cristianismo.

Tampoco estoy de acuerdo con que la palabra “illuminati” sea una descripción justa de este tipo. Su llamada “iluminación” proviene de una fuente diferente. Cuando la Palabra de Dios entra en el corazón de una persona, les da luz y comprensión. El nivel más básico de iluminación es el conocimiento del pecado, y sin ese conocimiento, todo lo demás no tiene sentido.

El objetivo de los controladores es organizar eventos y agentes de planta en el gobierno y las corporaciones, a fin de ganar poder e influencia política y establecer un Nuevo Orden Mundial, del cual ellos, los líderes del Gobierno Mundial, tratarían de someter a TODAS las naciones bajo un techo para la explotación de TODAS las personas con el fin de enriquecer a un pequeño puñado de imperialistas de cualquier parte del mundo mediante transacciones terrestres orquestadas para beneficiar directamente a su camarilla. Piense en George Soros como un ejemplo … mi opinión.

Suena espeluznante, ¿eh?