El federalismo debe compararse con el unitarismo. (Una democracia podría contrastarse con una república).
Estados Unidos es una república representativa (no una democracia) organizada a nivel federal. Gran Bretaña, como ejemplo, está organizada sobre una base unitaria (gobierno central muy fuerte). El problema es la distribución del poder entre el gobierno central y sus estados.
La Constitución de los Estados Unidos es nuestra ley suprema y limita la soberanía de los estados.
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El sistema constitucional estadounidense reconoce el concepto de “soberanía estatal” donde ciertos asuntos están sujetos a la regulación gubernamental, pero solo a nivel estatal y no a nivel federal. Por ejemplo, si conduzco desde Columbus, Ohio a Ann Arbor, Michigan, no necesito un pasaporte. Sin embargo, si me mudo de Columbus a Ann Arbor, debo solicitar una nueva licencia de conducir.
Notas:
Al principio, Estados Unidos probó el modelo muy débil del gobierno central: la confederación. En 1777, el Congreso Continental adoptó los Artículos de la Confederación en una reacción predecible a la lucha contra el gobierno unitario de Gran Bretaña. Una confederación demostró ser inadecuada con respecto a la capacidad de nuestro gobierno para hacer cumplir las leyes, regular el comercio interestatal y defender sus fronteras. La Rebelión de Shays fue la gota que colmó el vaso, y los Padres Fundadores abandonaron los Artículos y redactaron la Constitución para reemplazarla.
El muy difamado Colegio Electoral tiene sus raíces en el federalismo. (Esto es ignorado de manera uniforme por sus críticos). El Colegio Electoral asegura que el presidente sea elegido por mayoría constitucional. Los candidatos deben acomodar una variedad de intereses y puntos de vista. No es posible ganar la presidencia concentrándose demasiado en un puñado de estados, regiones o centros de población metropolitanos. (Nueve estados contienen la mitad de la población de los EE. UU.) Lo que sucedió en el Cinturón de óxido en este año electoral (2016) es ilustrativo. El candidato demócrata dio por sentado a Wisconsin, Michigan y Pensilvania, que habían votado a los demócratas durante los últimos seis ciclos. Los 46 votos electorales combinados determinaron el resultado de las elecciones demostrando que con el Colegio Electoral no hay “estados seguros” permanentes. Cuando un estado deja de ser persuadido, se convierte en un estado decisivo o un estado seguro para el partido político contrario.