Hubo una serie de razones por las cuales los talibanes no entregaron a Bin Laden a las autoridades estadounidenses, algunas culturales, algunas debido a la experiencia, pero aquí hay un desglose de algunas razones:
- Cultural: los talibanes estaban compuestos principalmente por pastunes étnicos y, según la ética y los valores tradicionales que rigen la virilidad y la hospitalidad, los huéspedes deben ser protegidos, independientemente de su comportamiento. Además, había una opinión generalizada de que los miembros de Al Qaeda no tendrían un juicio justo en manos occidentales.
- Económico: la red de Al Qaeda de bin Laden ayudó a canalizar una gran cantidad de capital operativo hacia el gobierno talibán. Los talibanes fueron terribles en la gestión del presupuesto nacional y la economía: Mullah Omar literalmente mantuvo una caja fuerte llena de efectivo debajo de su colchón y repartió efectivo a pedido. Así se manejó el presupuesto nacional, y se requirieron infusiones regulares de grandes cantidades de efectivo para continuar funcionando. Si bien el ISI paquistaní suministró la mayor parte de la logística para mantener a los talibanes en funcionamiento, proporcionaron fondos para el calendario paquistaní, no para los talibanes. La red de simpatizantes yihadistas de bin Laden en los estados ricos del Golfo eran más comprensivos y menos preocupados por los métodos de contabilidad modernos.
- Educación y experiencia: Muy, muy pocos de los líderes talibanes tenían experiencia con las relaciones internacionales o con la lucha en la guerra moderna. La generación Mujahadeen que luchó contra los soviéticos paralizados fue asesinada en su mayoría en la guerra civil que se produjo después o fueron enemigos de los talibanes. Los que sobrevivieron y se unieron a los talibanes bebieron su propio Kool-Aid y se convencieron de que la fe religiosa era una prueba contra las bombas guiadas por láser y los guerreros mejor entrenados del mundo. Los pakistaníes que habían nutrido a los talibanes no hicieron ningún esfuerzo para convencer a sus representantes de que estaban siendo estúpidos porque no deseaban ser vistos como cómplices en el 11 de septiembre y corrían el riesgo de perder el dinero de ayuda estadounidense que el gobierno necesitaba desesperadamente.
- Mullah Omar. Aunque carismáticas, las anécdotas lo pintan como terrible en cualquier otra tarea de gobierno que esperarías de un líder de un país soberano.