Bueno, Japón, la Agencia Espacial Europea e India también han mostrado interés.
Pero la respuesta no podría ser ni China ni EE. UU., Sino más bien Elon Musk o alguna otra empresa privada.
Si la política actual de EE. UU. Continúa, no será EE. UU. Como nación, ya que la exploración y colonización lunar tripulada se ha dejado a la industria privada, con la NASA enfocándose en objetos cercanos a la Tierra y Marte. En las últimas décadas, Estados Unidos ha subcontratado cada vez más su programa espacial a la industria privada, y esa tendencia continuó bajo el presidente Obama. Si esa tendencia continúa y los fondos de la NASA continúan disminuyendo, es posible que la NASA se convierta más en una agencia reguladora que en una agencia de exploración espacial.
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El gobierno chino todavía tiene mucho control sobre los objetivos lunares de la Administración Nacional del Espacio de China.
Sin embargo, a diferencia de la carrera espacial entre los Estados Unidos y la Unión Soviética en la década de 1960, que fue en gran parte motivada por la Guerra Fría y la defensa nacional y tenía fuertes connotaciones nacionalistas, la exploración actual del espacio está motivada por intereses financieros. Estos incluyen el acceso a recursos minerales, oportunidades de investigación y el potencial para la fabricación industrial.
Entonces, podría ser China, o la Agencia Espacial Europea, o una empresa privada, o un esfuerzo cooperativo entre varias naciones y empresas privadas. Puede ser que varios grupos diferentes establezcan colonias simultáneamente, en cuyo caso los términos, ubicaciones y otros tecnicismos tendrán que ser resueltos en tribunales y acuerdos internacionales.
Personalmente, como un niño que creció viendo el programa espacial de la década de 1960, y el orgullo nacional que trajo, tengo sentimientos encontrados sobre la política espacial del gobierno de los EE. UU. En la luna y la tendencia hacia la subcontratación. Sin embargo, seguro que no echo de menos la atmósfera de la Guerra Fría o la amenaza persistente de una guerra nuclear total y tener que preocuparme por la ubicación del refugio antiaéreo más cercano. En ese sentido, no me importa quién establezca la primera colonia en la luna, siempre que se haga pacíficamente. Me alegra que los humanos hayan llegado lo suficientemente lejos como para hacerlo sin explotar.