¿Alguien piensa que una licencia de votante mejorará la conducción de elecciones democráticas?

¿Mejoraría la conducción de las elecciones? Ciertamente. Una licencia de votante probablemente se aseguraría de que un candidato como, por ejemplo, Donald Trump no tenga seguidores registrados, pero una licencia de votante es una pendiente resbaladiza en la que las democracias no quieren entrar, no vale la pena el precio.

Una licencia de votante básicamente permite que el estado dicte quién puede o no votar y eso está más allá de la sombra de una duda peligrosa, porque los gobiernos están formados por personas y las personas están sesgadas.

Bien, digamos que una Democracia implementa un sistema donde los votantes deben obtener una licencia para poder votar. Toman una prueba y esa prueba es procesada por la burocracia que la pasa a los ministerios relevantes. Esa burocracia puede bloquear la solicitud de licencia porque uno de los inspectores cree en X y la persona que realizó la prueba cree en Y. Eso es un sesgo personal en el camino de la democracia.

Muy bien, supongamos que todas esas licencias se procesan y se envían a los ministerios correspondientes. Entonces el gobierno puede asegurarse de que a las ‘personas adecuadas’ se les otorgue una licencia de voto. Si el partido gobernante cree en X, solo unas pocas personas que creen en Y podrían obtener una licencia, sin importar qué. Porque los partidos políticos quieren permanecer en el poder, independientemente de los ideales. Eso es parcialidad institucional.

Pero bien, supongamos que no hay absolutamente ningún sesgo, que las licencias de votación se procesan adecuadamente sin sesgos, eso no justifica el hecho de que el gobierno está impidiendo los derechos de las personas a votar, porque eso dice que son A y son los que las opiniones importan, y todos los demás no importan y no deberían tener voz en el gobierno porque son B.

Eso no es democracia. Esa es la regla de las minorías, y cuando una minoría tiene más influencia que la mayoría, esto sucede:

Eso es el Apartheid de Sudáfrica, y eso es lo que sucederá cuando una minoría, en este caso, votantes con licencia, tenga más influencia que la mayoría, en este caso, votantes sin licencia.

No, no lo creo.

Eche un vistazo a la miserable historia de las ‘pruebas de alfabetización’ que se aplicaron en partes del sur de los EE. UU. Durante los años de Jim Crow. Fueron diseñados para ser ambiguos y permitir que aquellos que juzgaron los resultados juzgaran indulgentemente a la población blanca y a la población negra con dureza.

No existe un criterio objetivo que pueda usar para configurar dicha prueba de modo que excluya el sesgo basado en la raza, el origen étnico, la clase y el género. ¡Mala idea! Baaaaaa!