Putin sería sentenciado y encarcelado, así como muchos de sus asistentes y asesores.
Su política de la última década y media sería vista como un apaciguamiento hacia los enemigos. Obviamente, el nuevo poder descartaría su actitud nivelada hacia Ucrania y Occidente. Ucrania estaría ocupada en su totalidad en cualquier caso.
En el mal escenario para Rusia, volvería a encender la Guerra Civil en Chechenia. El mejor escenario (para Rusia) es que el nuevo gobierno se da cuenta de la necesidad de mantener buenas relaciones con la población musulmana en Rusia y en el extranjero. En este caso, el gobierno ruso cedería ante las ideas iraníes y apoyaría su operación en Yemen para que los rebeldes se hagan cargo de los depósitos de petróleo, lo que aumentaría el precio del petróleo.
- Hillary Clinton, ¿es Rusia un aliado o un enemigo en 2016?
- ¿Qué opina del presidente Putin?
- ¿Qué está haciendo Rusia en el Medio Oriente?
- ¿Cuánto tiempo puede Rusia retener su vasto ejército?
- ¿Por qué la Marina publicitó el incidente del barril de reacción ruso sobre el USS Donald Cook?
Se enviarían más fuerzas en Siria para rendir la operación ante la incomodidad de Turquía. La guerra entre Siria y Rusia por un lado y Turquía por el otro estallaría. Como resultado, aumentaría el flujo de refugiados hacia Europa, lo que obligaría a los países europeos a negociar con Rusia.
Esto serviría a la nueva reputación de poder de los valientes solucionadores de problemas a quienes no les importa tomar decisiones difíciles y obvias.
Como resultado de dicha política, Rusia, por supuesto, se encontraría en una gran crisis económica y no sería confiable para muchos de los países con los que tiene buenas relaciones (como China, India, Kazajstán y muchos otros). Por lo tanto, es mejor, pero no el mejor resultado para Rusia.