Como partidario del ‘plan de autonomía’ de Marruecos, ¿tiene la intención de privar al pueblo saharaui de su derecho inalienable a la libre determinación?

El derecho inalienable de autodeterminación del pueblo del Sáhara Occidental debe entenderse principalmente en el contexto del tratamiento de esta cuestión por parte de las Naciones Unidas, particularmente desde que el Sáhara Occidental, conocido entonces como el Sáhara Español, fue incluido en 1963 en la lista de No-Self – Territorios de gobierno bajo el Capítulo XI de la Carta de las Naciones Unidas. La lista incluía aquellos territorios cuyos pueblos aún no habían alcanzado una medida completa de autogobierno en ese momento. La importancia legal y política de establecer el Sáhara Occidental como un territorio no autónomo consistía en reconocer al pueblo saharaui como un pueblo con un derecho inalienable a la autodeterminación y la descolonización. También convirtió la cuestión en una cuestión internacional y estableció la responsabilidad de las Naciones Unidas y sus órganos pertinentes sobre el destino del Territorio y su gente.

El 16 de diciembre de 1965, la Asamblea General de la ONU adoptó su primera resolución sobre el Sáhara español. En la resolución 2072, recordando la resolución 1514 (XV) de la Asamblea General de 14 de diciembre de 1960 que contiene la Declaración sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales, la ONU solicitó a España que tome todas las medidas necesarias para liberar al “Sáhara español de la dominación colonial”. En virtud de la misma resolución, España también fue reconocida como la “Potencia Administradora” del Territorio. Todas las resoluciones posteriores de la Asamblea General con respecto al Sáhara Occidental se han referido constantemente a la resolución 1514 (XV).

Además, en el anexo de su resolución 742 (VIII) de 1953, la Asamblea General enumeró, como factor principal, “la libertad de elegir sobre la base del derecho de libre determinación de los pueblos entre varias posibilidades, incluida la independencia”. Esta cláusula demuestra, que también se reitera en un gran número de resoluciones de la Asamblea General, incluida la resolución 1541 (XV), que la validez de la aplicación del derecho a la libre determinación requiere la expresión libre y genuina de la voluntad de los pueblos interesados ​​en procesos informados y democráticos.

Es importante recordar que el conflicto en el Sáhara Occidental no surgió, en primer lugar, porque la comunidad internacional había reconocido e institucionalizado el derecho inalienable del pueblo saharaui a la libre determinación desde los años sesenta. La causa raíz del conflicto radica esencialmente en la negación de este derecho y la existencia de su titular, el pueblo saharaui, debido a la ocupación de Marruecos y la anexión forzada del Sáhara Occidental desde 1975. La solución justa, democrática y sostenible del conflicto en Occidente Por lo tanto, el Sáhara debe ser el resultado de la libre expresión de la voluntad soberana del pueblo saharaui. La solución no puede estar en ninguna fórmula basada en el hecho consumado impuesto por la ocupación marroquí y la anexión ilegal del Territorio, como algunos han argumentado. Lo que este enfoque pretende lograr, de hecho, es despojar a la cuestión del Sáhara Occidental de su condición internacionalmente establecida como caso de descolonización y volver a considerarla como un simple problema de “poder compartido” para legitimar el status quo. Sin embargo, este enfoque es muy peligroso por sus implicaciones no solo para la paz y la seguridad regionales, sino también para los fundamentos fundamentales del sistema internacional en sí, a saber, el derecho a la libre determinación y la prohibición de la adquisición de territorio por la fuerza.

Las conversaciones de “autodeterminación” son una herramienta de guerra, inventada después de la Segunda Guerra Mundial. Mira por ti mismo :

Establece que las naciones, basadas en el respeto del principio de igualdad de derechos y equidad de oportunidades, tienen el derecho de elegir libremente su soberanía y estatus político internacional sin interferencia. [3]

[…] Este principio se remonta a la Carta Atlántica, firmada el 14 de agosto de 1941, por Franklin D. Roosevelt, Presidente de los Estados Unidos de América, y Winston Churchill, Primer Ministro del Reino Unido.
El principio no establece cómo se debe tomar la decisión, ni cuál debe ser el resultado, ya sea independencia, federación, protección, alguna forma de autonomía o asimilación total. [5] Tampoco establece cuál debería ser la delimitación entre naciones, ni qué constituye una nación. Existen definiciones contradictorias y criterios legales para determinar qué grupos pueden reclamar legítimamente el derecho a la autodeterminación. Wikipedia

Consulte también el caso de Catalunya, donde se celebraron muchos referéndums, aún no ha tenido su independencia de España. Es una cuestión de soberanía. La autonomía es una solución bastante justa.