México es un ejemplo de federalismo que apenas funciona. Su creación siguió el modelo de los Estados Unidos; criado por primera vez después de la caída del primer imperio mexicano en 1824, cesó y reapareció en varias ocasiones durante el primer y turbulento siglo de México como país independiente. Como resultado de la Revolución Mexicana (1910-1920) se produjeron grandes cambios políticos en el país, siendo la instauración de una nueva Constitución en 1917 una de las más importantes. La nueva ley suprema, actualmente en vigencia, terminó de consolidar el federalismo como la forma de organización política de México en sus artículos 40 y 41. Como se establece en la Constitución, el pacto federal mexicano consistiría en 32 estados soberanos y un Distrito Federal (aunque eso recientemente cambiado), siendo esta forma de organización hecha una elección fundamental de la población mexicana.
![](http://qc.miximages.com/main-qimg-deb7e914c43291fa28c44a58fcbf8aa3-c)
Ahora, el problema con el federalismo mexicano es que, como con muchas cosas en México, fue impuesto desde el principio por las élites políticas dominantes; Tal sistema nunca se imaginó durante los trescientos años de existencia de México antes de su independencia de España, ya que los territorios se organizaron después de la distribución de cacicazgos (una especie de dominio principal) y misiones religiosas.
![](http://qc.miximages.com/main-qimg-83256136c07b30676794b2ff09cea087-c)
Después de la Guerra de la Independencia y la victoria de quienes siguieron a la instauración de un liberalismo modelado por los Estados Unidos, el mapa político del país fue rediseñado por tres fuerzas principales: la prevalencia de los antiguos cacicazgos, la distribución de la población y contradictoriamente. , la consolidación definitiva del Valle de México (Ciudad de México) como centro neurálgico de México.
![](http://qc.miximages.com/main-qimg-2140c5225529a6d39bf5e91c976c1f9c-c)
Esta distribución borró aspectos cruciales como la distribución de las naciones indígenas y las identidades regionales, o una sensación de pragmatismo geográfico, dibujando estados con formas no prácticas y colocando la Capital del país en el sur, en aquel entonces; decisión que luego le costaría a México la mitad de su territorio.
Desde entonces, el federalismo en México ha funcionado solo como fachada, cubriendo el centralismo desenfrenado que ha convertido a la Ciudad de México en una de las ciudades más ricas del mundo al tiempo que restringe el desarrollo regional. Teniendo en cuenta que no es difícil ver por qué la Ciudad de México y su área metropolitana están tan densamente pobladas, o por qué una rivalidad tan fuerte entre los chilangos ( habitantes de la Ciudad de México) y los provincianos ( habitantes de los Estados) se ha disparado durante décadas.