¿Cuál es la historia de la política en México?

México es un crisol de sistemas políticos.

México ha tenido tantos períodos históricos y ha cambiado tantos órdenes políticos que podemos llamarlo el laboratorio político del mundo.

Las cinco civilizaciones mesoamericanas más importantes: olmeca, maya, teotihuacana, tolteca y azteca , tenían sus raíces en México. A partir del desembarco de Hernán Cortés en las costas de Veracruz ( 22 de abril de 1519 ) durante los siguientes tres siglos, México siguió siendo parte del imperio español que se extendió por casi la mitad del Globo en territorios de dos Américas.

Después de obtener su independencia el 16 de septiembre de 1810, México atravesó sucesivamente períodos de desórdenes internos, una dictadura, una guerra civil, la liberal La Reforma (seguida por la Reforma en 1857 ), la ocupación francesa, un gobierno autocrático de 30 años de duración. Porfirio Díaz ( ‘Porfiriato’ ) culminó con la Revolución Mexicana de 1910 que inició un período de 19 años de anarquía y violencia revolucionarias.

No sorprende entonces que una experiencia histórica tan prolongada y dramática llevó a la población mexicana a adoptar el gobierno de un solo partido del Partido Revolucionario Institucional o PRI durante los siguientes 71 años del siglo XX. Sin embargo, este nivel históricamente compensatorio y obviamente excesivo de estabilidad política resultó en recesiones económicas y sociales y en las elecciones de 2000, el Partido Acción Nacional o PAN liderado por el ex ejecutivo de Coca-Cola Vicente Fox reemplazó al PRI en el gobierno.

Hoy, la cámara alta, el Senado de la República , del Congreso de la Unión bicameral, de 628 miembros, junto con el PRI (54 escaños) y el PAN (38) tiene otros tres principales partidos políticos mexicanos: el socialista Partido de la Revolución Democrática o PRD (18), verde Partido Verde Ecologista de México o PVEM / PVE (7) y marxista-maoísta Partido del Trabajo o PT (7). Obviamente, una marea política en México ha cambiado su dirección, moviendo a México hacia un sistema político cada vez más caótico y adversario.

Este tipo de política histórica complicada y ‘experimental’ quizás tenga mucho más sentido si tomamos en cuenta la ubicación geográfica central de México, así como sus territorios baldíos y de fácil acceso donde tantos grupos étnicos vivieron y se mezclaron durante miles de años. Cuando tantos órdenes sociales y políticos diferentes entraron en la confrontación directa, sin que ninguno de los grupos tuviera una ventaja competitiva decisiva, es muy difícil (si es posible) determinar qué sistema político prevalecería finalmente.

Mientras tanto, parece que México, probablemente, seguirá siendo el campo de pruebas de las órdenes sociales y económicas en competencia durante muchos años por venir.