No estoy de acuerdo con Mike Laursen, quien da una respuesta reflexiva, pero una respuesta que en muchos sentidos se reduce a “sentarse al margen”. Hay un antiguo dicho del que quizás hayas oído hablar:
“No dejes que lo perfecto sea enemigo de lo mejor”.
Entonces, primero debes deshacerte de la idea de que encontrarás al candidato perfecto, o la fiesta perfecta, que esté de acuerdo con el 100% de lo que consideres importante. No hay unicornios. Entonces, en lugar de eso, trata de encontrar un candidato que creas que mejorará la situación, de la manera que consideres importante. Por ejemplo, si vives en un estado como Massachusetts, que ya es bastante liberal socialmente, pero no muy conservador fiscalmente, es posible que quieras votar por candidatos que se ejecuten en una plataforma de conservadurismo fiscal, y que creas que pueden avanzar fiscalmente conservadores enfoques al gobierno.
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Del mismo modo, si vives en Texas, que ya es muy conservador fiscalmente, probablemente quieras votar por más políticos demócratas que se postulen en temas sociales.
Y luego, ocasionalmente, encontrarás un candidato que está de acuerdo con muchas cosas que consideras importantes, ¡tal vez 75% – 85%! En ese caso, cambie de ser votante a ser un defensor activo: done dinero. Voluntario para trabajar bancos telefónicos. Dile a tus amigos, trabaja, sal de las operaciones de votación.
Y tenga en cuenta que lo importante disminuirá y floeará con el tiempo. El entorno político no es una máquina que intentamos poner en algún estado final; es más como un animal errante que a veces necesita golpecitos desde la izquierda, a veces necesita golpes hacia la derecha, para que pueda seguir un curso saludable.
¡Salud!
Editar: Gracias al mencionado Mike Laursen, por su atenta edición.