¿Qué pasaría si Estados Unidos y China cambiaran de lugar?

La respuesta es que no pueden cambiar de lugar. La civilización china de 5000 años de antigüedad es diferente social, económica, histórica, cultural, política y de cualquier otra manera con el nuevo país de los Estados Unidos. Esto tampoco es una crítica de ninguno.

Esto no significa que uno sea mejor que el otro, simplemente son diferentes, piensan de diferentes maneras, actúan de diferentes maneras, etc. Sus historias son profundamente diferentes. Por cierto, no sabemos cuántas armas nucleares tiene China y la especulación es inconsistente. Estados Unidos tiene en los años 6000.

Es como la vieja y tonta analogía de gatos y perros. Como se observa irónicamente en el musical “Gatos”, un gato no es un perro. Del mismo modo, un águila no es un dragón. Y esto es algo bueno. Un mundo diverso es mucho más interesante. Ambos países tienen mucho que amar y algunas cosas que criticar. Esto no es “Brave New World”, sino un mundo de variedad infinita y aprender a hacer. Celebra la diversidad.

(foto; La Gran Muralla China desde la cumbre del Paso Yuyongguan, al norte de Beijing, tomada en 2014. Publiqué esto en Google Earth).

Pero no cambiaremos. Económicamente hablando, la economía china se está volviendo más capitalista. Con suerte, pueden manejar su enorme población. La pregunta es, ¿pueden abordar sus problemas de derechos humanos? Además de ser un problema humanitario, es un problema politoeconómico real con el que China tiene que lidiar para convertirse en una gran potencia económica.

Honestamente, nada cambiaría y, en resumen, Estados Unidos volvería a tener una economía más grande. La verdadera forma de cambiar las cosas es si cambian de ubicación geográfica.