Aclaremos esto de manera bastante lógica:
1.) No puede haber elecciones mañana. Según la Constitución, una elección solo puede celebrarse una vez cada cuatro años.
Si algo le sucediera a Donald Trump para que no pudiera terminar su mandato, el vicepresidente de los Estados Unidos (Mike Pence) juraría reemplazarlo. Después de eso, sería el Presidente de la Cámara (Paul Ryan). El siguiente sería el Presidente Pro Tempore del Senado (Orin Hatch). Después de eso, sería el Secretario de Estado Rex Tillerson. El siguiente sería el secretario del Tesoro, Steven Mnunchin.
- ¿Deberían las promesas electorales ser legalmente vinculantes?
- ¿Han determinado los medios el resultado de las elecciones presidenciales en los últimos 20 años?
- ¿Es el vicepresidente un rol ideal para Pence ya que parece incapaz o no está dispuesto a enfocarse y adaptarse al rol de gobernador?
- ¿Debería permitirse que personas, corporaciones u organizaciones no estadounidenses donen dinero a campañas políticas estadounidenses o PAC?
- Si el PCCh y el Kuomintang ahora pudieran llevar a cabo una campaña electoral en China (incluido HK Taiwán), ¿qué partido cree que es más probable que gane las elecciones?
La conclusión es que las próximas elecciones presidenciales se celebrarán en 2020 sin importar quién sea el presidente actual.
2.) “Demócrata razonable” es subjetivo.
Tales términos indefinidos equivalen a una retórica ambigua que significará cosas diferentes para diferentes personas. Muchas personas sintieron que Barack Obama era “razonable”. Otros sintieron que él no era muy “razonable”. Lo mismo es cierto para Donald Trump.
3.) En las elecciones más recientes, muchas personas no votaron POR Donald Trump tanto como votaron CONTRA algo u otra persona.
Los índices de aprobación de Donald Trump fueron muy bajos en las semanas previas a las elecciones. Sin embargo, ganó el voto de 30 estados. Muchos análisis después de las elecciones parecen indicar que algunas personas votaron por Trump porque no les gustaba Hillary Clinton. Otros votaron por Trump porque sentían que se necesitaba “cambio” en Washington. Otros votaron por Trump porque sentían que los ocho años anteriores no fueron necesariamente “buenos” para Estados Unidos. Finalmente, algunas personas votaron por Trump porque se opusieron al tipo de objetivos políticos propugnados por los demócratas.
¿Qué significa esto?
Muy poco. El punto es que no puede haber elecciones mañana, por lo que las preguntas hipotéticas no son útiles. Además, no podemos definir a un candidato como “razonable” si no sabemos cuál es la posición de ese candidato sobre los problemas. Finalmente, hay mucho tiempo entre ahora y 2020. Pueden suceder y sucederán varias cosas que harán que Trump sea más popular que él o que sus números de votación se hundan aún más.