El tema de la confederación se resolvió prácticamente legalmente en la década de 1960. La reciente disputa sobre las estatuas confederadas es solo el último suspiro de una batalla que terminó hace mucho tiempo.
A medida que los Estados Unidos se vuelven más diversos, entonces la conversación probablemente se centrará en otras marcas negras en la historia de los Estados Unidos:
- esclavitud en general
- el trato de los pueblos indígenas originarios
- el internamiento de los japoneses
- El comportamiento nativista de principios del siglo XXI
La conversación sobre estos puntos aún es temprana y pasará un tiempo antes de que nuestro país desarrolle un enfoque para integrar estos temas de manera adecuada en la psique nacional.
- ¿Habría más cobertura de prensa sobre la focalización del IRS en grupos conservadores si sucediera a la inversa bajo Trump, en lugar de bajo Obama?
- ¿Cuáles fueron algunos errores que Obama cometió en su presidencia?
- ¿Cómo se verá afectado el NIH por la propuesta de presupuesto de Trump para 2018?
- ¿Es el Partido Demócrata de los Estados Unidos inherentemente hipócrita?
- ¿Qué pasaría si Estados Unidos se dividiera en dos países: uno para los socialistas y otro para los capitalistas?
Hasta entonces, preguntas como estas son parte de la conversación nacional y tratar de cerrar la conversación prematuramente podría ser problemático para el país.
O de manera más sucinta: si no llegamos a un acuerdo elegante con estos problemas mientras son de bajo nivel, tendremos que aceptar estos problemas cuando se encuentren en una etapa de crisis.