No puede
Lo que sigue es un resumen ciertamente tosco pero sucinto de varias ideas de filósofos anarcocapitalistas.
La idea comienza con el Principio de no agresión. Esencialmente, esto es solo el rechazo de la coerción o la fuerza para lograr objetivos sociales y políticos. Las personas deben tener plena libertad y autonomía con respecto a las opciones de vida, incluidas las económicas. Una vez que se acepta el NAP, los ideales se pueden encontrar a través de la deducción. El gobierno no puede existir, debido al sentimiento weberiano de que sus objetivos no pueden lograrse excepto a través de la “violencia legítima”.
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Entonces, como resultado del NAP y el rechazo del gobierno, los ancaps deben demostrar que la sociedad puede funcionar sin un órgano de gobierno. El argumento principal presentado por los anarcocapitalistas implica el reemplazo de las funciones del gobierno por acuerdos privados y corporaciones, y la afirmación de un mercado completamente libre. Si bien las dificultades económicas son inevitables, admiten, los mercados se corrigen por su propia naturaleza. La intervención del gobierno (teoría keynesiana), en el mejor de los casos, ralentiza la recuperación y, en el peor, causa la falla del mercado.
Para otras facetas de la sociedad, el gobierno es reemplazado por la empresa privada. Los militares son reemplazados por milicias privadas, las corporaciones se autorregulan en función de sus propios intereses, etc. Las fuerzas policiales son innecesarias según la teoría Hoppean Removal, que establece que las empresas excluirán intencionalmente a las personas que violen el código de conducta aceptado para la sociedad.
En general, la idea falla porque presupone consumidores perfectamente racionales (que no existen) y mercados perfectamente funcionales (que tampoco existen). Es increíblemente idealista y no tiene aplicación en la sociedad actual.